Educar
Qué es y que debería ser
“Dime y olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” Benjamín Franklin
Para empezar esta aventura creo que es imprescindible reflexionar y profundizar sobre qué entendemos por educar.
Es una palabra que proviene del término latín “educare” y que según la Real Academia Española significa “dirigir, encaminar y doctrinar”. Otras de las acepciones que nos muestra son “Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.”, “Desarrollar las fuerzas físicas por medio del ejercicio, haciéndolas más aptas para su fin.”, “Perfeccionar o afinar los sentidos” y “Enseñar los buenos usos de la urbanidad y cortesía”.
Un artículo del portal informativo Semana, cuyo autor no he podido encontrar, nos explica la epistemología de diferentes palabras relacionadas con la educación. En este caso nos vamos a centrar exclusivamente en la palabra “educar”. Y nos dice así:
“Educar: Del latín educare, proviene de educere, que se divide en: ex: (fuera de) y ducere (guiar, conducir). Educar vendría siendo guiar a la persona para que saque lo mejor de sí, para que desarrolle todo su potencial.”
No es que quiera meter el dedo en la llaga, pero encuentro que los académicos de la RAE podrían empezar a cambiar sus definiciones sin la necesidad de utilizar lenguaje sexista. Sería tan fácil como cambiar “niños” por “niños y niñas” o bien substituirlo por la palabra “personas”, como vemos en el portal Semana. En una futura entrada hablaré sobre el lenguaje sexista basándome en un documento de OXFAM Intermón. Solo hay que aclarar que entiendo que es de gran dificultad no utilizar este tipo de lenguaje, seguro que, sin querer e inconscientemente, lo utilizaré varias veces, pero intentaré ir mejorando con el tiempo.
Una vez vistas estas dos definiciones me gustaría decir la mía. Para mí, coincidiendo en muchos aspectos con las anteriores, educar no es solo la transmisión de unos conocimientos de maestros o padres a niños y niñas, sino que abarca muchos más aspectos.
Hay que entender la educación de manera holística, donde hay que tocar todos los ámbitos de desarrollo de la persona teniendo en cuenta el ámbito emocional, social, cultural, físico, de valores, de conocimientos y habilidades.
“La educación es lo que sobrevive cuando lo aprendido ha sido olvidado” Skinner.
Entiendo que antes de empezar una enseñanza formal en que se transmite una serie de conocimientos e información es importante desarrollar unas aptitudes que preparen a los niños y niñas para este fin. Desarrollar unos valores y, sobre todo, no tener problemas emocionales, ya que está demostrado que las emociones afectan en el ritmo de aprendizaje del niño o niña. Según la Teoría PASS de la Inteligencia (Timoneda, 2006) los problemas emocionales causan conductas de enmascaramiento que afectan en el proceso de planificación y focalización de la atención de la persona. Deducimos entonces que los procesos cognitivos y emocionales funcionan de manera independiente pero en interacción. Las investigaciones de los últimos diez años de neuroimagen han descubierto que los procesos emocionales son realmente determinantes en la toma de decisiones.
Por lo tanto, el primer paso para obtener una buena educación es tener una buena base educación emocional, ser capaz de identificar y gestionar las emociones. El equipo educativo, de la misma forma, tendría que ser capaz de detectar estos problemas y, dentro de sus posibilidades, intentar solucionarlos.
Otro aspecto que considero importante y que se debería trabajar día a día es la educación en la salud. Hay que promover la salud en nuestro alumnado. Lo más importante es, sin duda, el ejemplo. No podemos educar en hábitos saludables cuando nosotros no los utilizamos. Hay que recordar que, de cierto modo, los maestros y maestras se convierten en referentes para sus alumnos y alumnas.
Cuando hablamos de educación para la salud nos referimos tanto a alimentación, fomentar el ejercicio físico, trabajar la higiene postural para conseguir una postura harmónica que no cargue la espalda ni cualquier otro elemento del cuerpo dado que, en la escolarización actual, los niños y niñas pasan muchas horas sentados.
El siguiente ámbito que hay que educar son los valores. Cada día los chicos y chicas van a convivir con el resto de sus compañeros y en una sociedad en que van a tener que ser capaces de adaptarse y relacionarse con las demás personas. Para ello, hay que trabajar valores como la convivencia, el respeto, empatía, creatividad, etc. Como monitor de tiempo libre, soy muy partidario de trabajar los valores a partir del juego, dado que se crea un ambiente de roles y se establecen unas relaciones idóneas para trabajar muchos de ellos.
Por último, podemos enseñar los conocimientos, competencias y habilidades necesarias para que el alumnado se desarrolle sin ningún problema en la sociedad.
Como he comentado anteriormente, el juego tiene un valor educativo muy elevado. No hay que olvidar que uno de los derechos fundamentales del niño y niña es el derecho al juego y divertirse. El artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas nos dice que “los Estados reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.
Hay que tener siempre en cuenta quién son los protagonistas de la educación. Creo que todos coincidimos que son los niños y niñas, y como tales, habría que tener en cuenta su opinión y punto de vista sobre educar. Muchos son los adultos que creen que los menores no tienen ni voz ni voto en cuando a su educación se refiere, sino que son ellos y ellas los que saber perfectamente lo que necesitan para su desarrollo. Desde mi punto de vista creo que habría que escuchar y tener en cuenta las opiniones y propuestas que puedan tener los alumnos y alumnas en cuanto su educación dado que son ellos y ellas los que, día a día, viven la realidad de la enseñanza y nos pueden hacer ver diferentes conceptos que como docentes no somos conscientes.
Otro de los grandes problemas cuando hablamos de educar es el sistema educativo que hoy en día encontramos en los centros escolares. Si miramos hacia atrás en el tiempo, veremos que el sistema que hoy se utiliza nació hace 300 años con la revolución industrial. El fin de ello era educar a los nuevos ciudadanos con unos conocimientos estándares para servir en la industria.
Actualmente, aunque por suerte ha habido cambios, la base del sistema educativo es bastante similar, obviando así el gran cambio continuado que ha sufrido la sociedad en los últimos años. Aunque este tipo de escolarización daba resultados entonces, hoy en día, hay que cambiar bastante el enfoque que le estamos dando a la escolarización de los niños y niñas. Ahora en la sociedad se premia la creatividad, el ingenio y la innovación.
La principal solución que veo para que la escolarización avance y se adapte a la sociedad actual es que se desvincule completamente la educación de la política. Que deje de ser una cartera ministerial y deje de ser un arma en la campaña electoral. En lugar de esto, que se cree un consejo de profesionales que dirija y guie el sistema educativo. Entiendo que cada partido intente buscar soluciones, pero no nos engañemos, los políticos tienen cuatro años para conseguir resultados, y en este corto plazo de tiempo es imposible conseguir cambios significativos. Para demostrar que su política funciona, necesitan corroborarlo con las notas, con resultados. Por lo tanto, dan más importancia a la adquisición de conocimientos que a los otros aspectos de la educación que anteriormente hemos hablado.
Durante esta primera entrada, han surgido muchos temas que intentaré profundizar en un futuro. Me gustaría que en los comentarios o rellenando el formulario de la página “El Autor” pudierais darme vuestra opinión sobre los puntos que hemos hablado.
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