Censura en el aula

Permitir el debate en clase

Quien iba a imaginar que somos los culpables de la pérdida de los derechos que tanto costaron conseguir en el pasado. Creemos que vivimos en un país avanzado, del primer mundo, que existe la libertad de expresión y que, si preguntamos, todos la defendemos. En cambio, la realidad parece un poco distinta. Tenemos que medir muy bien nuestras palabras y nuestras intenciones para tratar de no “atacar” a nadie por sus ideas o creencias. Si algo tengo claro es que mientras la libertad de expresión no nos afecte a nosotros, la apoyaremos. Cuando nos ofenda una idea o creencia que no compartimos, intentaremos censurarla.

Me parece lamentable y me entristece ver en la prensa noticas en las que se habla de adoctrinamiento, censura, autocensura y prohibiciones en las aulas. Noticiarios y políticos que ponen en el punto de mira a docentes por permitir el debate en clase. Y lo peor de todo, que nosotros que lo permitimos.

¿Qué estamos enseñando si no permitimos el debate?, ¿Qué clase de educación no permite hablar de ciertos temas?, ¿Qué consecuencias puede tener este hecho cuando los futuros alumnos y alumnas sean los nuevos políticos, policías, maestros, etc.?

Tenemos que entender que cada uno de nosotros tenemos creencias e ideas diferentes. De hecho, esta es la riqueza de la sociedad. Si no permitimos enfrontar estas ideas mediante el diálogo y la argumentación estamos perdiendo una gran oportunidad para educar.

Facilitando el debate en clase aprendemos sobre el respeto a las distintas opiniones, aprendemos a tolerar las demás ideas, que cada persona tiene libertad de creer y pensar como quiera y lo más importante, aprendemos que no somos nuestras ideas y que estas cambiarán a lo largo nuestra vida. Aprendemos a argumentar y adquirimos empatía y flexibilidad para incluso cambiar nuestras propias ideas.

No podemos desaprovechar esta oportunidad. Estoy convencido que somos muchos los que apoyamos que se permita hablar de temas polémicos en la escuela, pero acabamos rindiéndonos ante aquella minoría de personas que está en contra (aunque parezcan que tengan el estado a favor). Estas personas son las que tienen miedo a que se hable, a que se piense y se razone.

Por ello animo y apoyo a que se pueda hablar y debatir en el aula, a fomentar todos los valores antes comentados y que se deje de apuntar a docentes por permitirlo.

Así que, ¿Qué mundo quieres?

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