Un curso atípico + Carteles Covid

Este mes comienza uno de los cursos más atípicos que he vivido nunca. En medio de una pandemia mundial con una segunda ola que avanza rápidamente, docentes de todo el país hacen uso de todo su potencial para llevar a cabo su trabajo con la mayor seguridad posible y sin perder el entusiasmo y la pasión que los caracteriza.

La implicación de estos y estas docentes es máxima a pesar de la falta de recursos, espacios, críticas por parte de la sociedad y el abandono por parte de los gobiernos y la administración. Las autoridades han querido dar una imagen de tranquilidad haciendo creer que habían estado trabajando en el curso 2020 -2021 cuando ni siquiera han tenido en cuenta al equipo docente de los centros ni han invertido ningún tipo de recurso para conseguir una vuelta segura. Ante esta despreocupación, maestros/as y profesores/as han tenido que ingeniárselas como han podido para arrancar, de una forma segura y siguiendo las directrices de salud, el presente curso.

Si miramos de manera global la situación educativa actual nos daremos cuenta de la poca importancia que los gobiernos han dado a la educación en este país aún siendo el motor principal de progreso y el cambio, y es que el artículo publicado en The New York Times no está nada equivocado cuando dice que en España son más importantes las discotecas que las escuelas. A fin de cuentas, hemos podido ver durante la pandemia cuáles han sido las prioridades del país. Y una cosa ha quedado clara, la educación, no.

Hemos podido observar como transcurría el nuevo curso en diversos países europeos y como se confinaban clases e incluso centros enteros por contagios. Aún así, en lugar de apostar por una reducción de ratios, contratación de profesorado y ampliación de espacios (por ejemplo, instalando barracones de manera temporal) para cumplir con las directrices de salud, se ha preferido no hacerlo sabiendo que los recursos actuales son muy limitados para poder cumplir tales directrices.

Así que, al final, son los y las docentes y equipos directivos quien deben velar por el cumplimiento de todas las normas sin ningún tipo de ayuda extra. Por ello, quiero trasladar todo mi respeto y admiración a todos los profesores/as, maestros/as, equipos directivos, personal de los centros educativos, alumnado y familias, que han hecho posible una de las vueltas a la escuela más necesarias e importantes. Mucho ánimo.